"Pones canciones tristes para sentirte mejor"Eso es un efecto que no causan en mi las canciones tristes. Creo que es un acto de masoquismo escuchar música corta-venas en un momento sumamente depresivo, sin embargo lo hago.
Siempre caigo en lo mismo, porque no hay una semana en la que pueda estar feliz completamente.
El año pasado se debía a diversas situaciones que me hacían muy mal y espero no volver a vivirlas, pero este año la mayoría de mi bronca y tristeza mezclada con mi alegría están ligadas a una única persona.
Es odioso ser tan hipersensible, juro que me encantaría ser como la mayoría, que me de igual todo, que no me haga problema por tantas cosas que no lo valen, me gustaría ser más fría.
Debo admitir que es un sentimiento raro, porque esto es tristeza, pero no cualquier tipo de tristeza, tal vez en algún momento de nuestras vidas todos tenemos que sentirla, pero no se lo deseo a nadie.
Sé que no me pasó nada grave pero ese nudo en el pecho que me provoca este cambio repentino, que el destino me juegue en contra siempre y que las cosas pasen de esta manera me hace MAL.
Estoy completamente segura que no se da una idea de que tiene en su poder manejar mis estados de ánimo, que me puede hacer reír y a los dos minutos llorar, que puede causar en mi la felicidad más culminante y luego hacerme caer en el abismo de nuevo.
Así son las cosas y nadie las puede cambiar. Porque yo no tengo la capacidad de hacerlo.
Lo único que quiero es estar sola mientras trato de hacerme la fuerte antes de derrumbarme nuevamente.
Es insólito que una simple imagen tuya en mi cabeza me haga llorar. No puedo controlarlo.
Una de las cosas que más me indigna es que tengo que resignarme, como siempre, esperar cruzada de
brazos y dejar que la vida pase, mientras probablemente vos estés planeando tu futuro y alimentando ese deseo grande que tenés.
Pero yo... Yo siempre voy a estar acá para vos, porque eso conseguiste y ni siquiera lo pretendías.
Nunca me voy a cansar de repetir que ellos son indiferentes y no te ven realmente, no ven más allá de vos, aunque yo sí.
Y tengo claro que a vos ni a nadie le interesa, que la persona inexistente que proyecté para que lea esto nada más es un fantasma de mi imaginación que me hace sentir "acompañada" de algún modo, patético. Sé que me estoy engañando a mi misma.
Otro viernes llorándote.
Otro viernes extrañándote.
Otro viernes deseando que pudieras leer esto.